Cuando Roberto y todos los demás escribanos comprendieron que Juan se moría, sintieron con toda claridad que la tierra empezaba a quebrarse bajo sus pies con un trueno subversivo y amenazador. Juan era el núcleo vital de los escribanos, el tronco poderoso del que todos ellos como débiles ramas. Gracias a él los hombres escribanos de los programas habían podido organizar el regular curso de sus vidas
Todos se preguntaban: “Si realmente llegara a morir… ¿Qué pasaría, que nos tocaría a nosotros?
El humor de todos estaba como la vieja pava de don. Odín
No solo Roberto estaba alerta... Sino toda la comunidad de escribanos
La agonía de Juan avía atravesado calles, quilómetros, millas. Todos estaban en la casa de Juan…Ningún escribano falto ese día… Roberto estaba sentado alrededor de la cama de don Juan…. Entonces Roberto le dice “don Juan.. no se valla” Don. Juan no
No se escucha ni un murmullo, ni un llanto… responde
Y Roberto dice “Juan a muerto”
Y ahí me di cuenta… Que los escribanos no lloran….

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